Cada cultura, cada pueblo es muy diferentes en sus creencias y su folclore, y Japón es uno de esos países tan ricos en ese tipo de cultura y creencias que sorprende e ilusiona al mundo, pues ya no solo son profundas e inquietantes, sino que muchas veces van en contra las ideas preconcebidas que tenemos en otros países y sobre todo en Europa, el viejo continente.
Una antigua leyenda japonesas cuenta que aquellas personas destinadas a conocerse están unidos mediante un hilo rojo que tienen atado a sus meñiques, el » Unmei no akai ito «, que traducido del Japonés corresponde a EL HILO ROJO DEL DESTINO. Si bien esta leyenda se refiere a todo tipo de lazos posible, padres, hijos, familia, amigos y gente conocida, tiene un marcado énfasis en el amor verdadero, o esa persona que está destinado para ti desde nacimiento.
Si bien el folclore clásico cuenta que esos hilos rojos son atados por un anciano que vive en la luna y que entre las almas busca a aquellas que deben estar unidas en la tierra y los atan para que no se pierdan, la verdad es que la historia popular mas común que es contada entre los nipones y que suele contarse de padres a hijos es la siguiente:
“ Hace mucho tiempo, un emperador se entero de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mando traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordeno que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que seria su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebe en los brazos ofrecía sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invito a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara y le dijo : “Aquí termina tu hilo” , pero al escuchar esto , el emperador enfureció creyendo que era una burla de la bruja , empujo a la campesina que aun llevaba a su pequeña bebe en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebe se hiciera una gran herida en la frente , ordeno a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza. Muchos años después, llego el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda y el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entro al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente. Al levantarle el velo vio por primera vez que este hermoso rostro… tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. “
Esta creencia viene desde lejos:
Ya en el periodo EDO, las mujeres se cortaban el meñique como muestra de lealtad total a sus maridos, como muestra de que ellos eran su verdadero amor o renunciaba de el por su marido.
Los Yakuzas como símbolo de obediencia a su “oyabun” (jefe) también se amputan el dedo meñique, en este caso se debe a su descendencia samurái, y su amputación se debe a que sin él no podrían esgrimir una espada, algo que solo haría un samurái de alta lealtad.
También junto a esta leyenda hay una frase pequeña asociada a la leyenda, «Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper», un elemento de gran importancia en la cultura japonesa, pues los padres suelen emplearlo para hacerles comprender a sus hijos la gran importancia de aquellas personas que se encontraran en su vida. Así mismo esta creencia es muy utilizada en la vida cotidiana, con expresiones como «estamos tirando fuerte del hilo rojo», o «tendiendo puentes con hilos rojos» siendo de uso cotidiano.
Además de estas expresiones coloquiales, en Japón también emplea El juramento de meñiques o la promesa, en el cual mientras enlazan los meñiques las dos personas implicadas, cantan una cancioncita la cual aunque primero parece inocente después pasa a ser un poco siniestro, jajajaja, y tiene una fuerte relación a la creencia que tiene sobre la conexión meñique – corazón. En japones se le llama Yubikiri Genman (指切りげんまん) lo cual se traduce como » La promesa del dedo cortado, por eso también se agarran los meñiques como si se cortaran.
Esta creencia surgió cuando se descubrió que la arteria ulnar, una arteria que se encuentra en el brazo conectaba el dedo meñique con el corazón, y debido a esta unión se comenzó a decir que los hilos rojos unían el meñique con el corazón, es decir, con los sentimientos y el amor verdadero. Esto ha creado una fuerte creencia en la cultura japonesa, introduciendo en mi opinión ideas y valores bonitos, pero también tristes, como un destino fuera de su control y de sus deseos, aunque si una forma sencilla de superar tristes ideas y sucesos. Apasionante y curioso conocer las diferentes culturas nos ayuda a conocer mejor un país, una cultura y en cierto modo un poco más a nosotros, así que os invito que meditéis sobre el hilo rojo, y espero que no os deje indiferente, ¿qué opinas?.
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